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¿POR QUÉ MI HIJO SE DISTRAE?


Por: Neuropsicóloga Paulina Baltazar


Factores más allá del TDAH que las familias  deben conocer

Cuando un niño parece distraído o tiene dificultades para concentrarse, es fácil pensar inmediatamente en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Sin embargo, hay muchos otros factores que pueden afectar la atención y la concentración de un niño, y es fundamental que los padres estén informados para entender mejor qué puede estar ocurriendo antes de llegar a una conclusión.


  1. Problemas de sueño: El sueño juega un papel esencial en la capacidad de atención y concentración de los niños. Un niño que no duerme lo suficiente o cuyo sueño es de baja calidad puede presentar signos de irritabilidad, falta de concentración y, en algunos casos, comportamientos hiperactivos. La privación de sueño o las dificultades para mantener un sueño reparador pueden hacer que un niño parezca tener TDAH, cuando en realidad es una cuestión de descanso inadecuado.

  2. Ansiedad y estrés emocional: Los niños, al igual que los adultos, pueden sentirse abrumados por el estrés y la ansiedad. Estos sentimientos pueden provocar distracción, inquietud y dificultades para mantener la atención en una tarea. Las situaciones estresantes en casa, en la escuela o en su entorno pueden llevar a comportamientos que imitan los síntomas del TDAH, como la impulsividad o la falta de enfoque.

  3. Dieta y nutrición: La alimentación tiene un impacto significativo en el desarrollo y la función cerebral. Una dieta alta en azúcares o baja en nutrientes esenciales puede afectar la atención y la capacidad cognitiva de los niños. Por ejemplo, las deficiencias de ciertos nutrientes como el hierro y el zinc se han asociado con dificultades en la concentración y la atención.


  1. Estimulación excesiva o insuficiente: Los niños necesitan un nivel de estimulación apropiado para su edad. La sobreexposición a dispositivos electrónicos, juegos o actividades muy estimulantes puede llevar a un comportamiento hiperactivo o impulsivo. Por el contrario, la falta de actividades que fomenten el desarrollo cognitivo también puede afectar la atención y el interés.

  2. Problemas sensoriales: Algunos niños tienen una alta sensibilidad a estímulos sensoriales como los ruidos, las luces o las texturas. Esto puede provocar que se distraigan fácilmente o que reaccionen de forma exagerada ante ciertos entornos. Estos comportamientos pueden parecer síntomas de TDAH, pero pueden deberse a un procesamiento sensorial diferente.

    6. Problemas de desarrollo o de aprendizaje: Es posible que un niño que tiene dificultades de aprendizaje, también tenga problemas para prestar atención en clase o durante otras actividades que requieren un esfuerzo mental. Estas dificultades pueden confundirse con TDAH, cuando en realidad tienen una raíz distinta que necesita abordarse adecuadamente.

Es importante que los padres y madres no se precipiten a asumir que su hijo tiene TDAH solo porque presenta problemas de atención o comportamientos impulsivos. Observar a un niño desde una perspectiva integral y considerar otros factores que puedan estar afectando su conducta es clave para brindar el apoyo adecuado.

Si tienes dudas sobre si la falta de atención de tu hijo o hija puede deberse a un Trastorno por Déficit de Atención o a otros factores, es esencial buscar una valoración neuropsicológica. Un especialista en neuropsicología podrá evaluar su desarrollo y comportamiento de manera detallada y te ayudará a comprender qué está sucediendo y cómo apoyarle de la mejor manera posible.

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