Por: psicóloga Michelle Sesín
Uno de los mayores objetivos de las personas en la actualidad es llevar una vida productiva, rápida, con resultados excelentes y en poco tiempo. Se espera que el individuo sea como una máquina y que pueda tener la máxima concentración en todas las tareas que realice, y además, que lo haga en un determinado tiempo en el cual se le es pedido. Por esta razón, uno de los problemas más grandes que se encuentran las personas en el área laboral o profesional, es el tema de la procrastinación.
La procrastinación se refiere a posponer el trabajo que se supone que deberías de estar haciendo, ya sea por estar llevando a cabo otras actividades, por falta de motivación o de ganas, o por ciertas distracciones, problemas de memoria, etc. Es sabido que esto es un limitante para terminar los proyectos que las personas se proponen y tiende a ser un concepto bastante frustrante para el que lo está experimentando sin saber muy bien porqué o cómo manejarlo.
La realidad es que la procrastinación va más allá de no tener motivación o de estar distraído, aunque estas si pueden ser las razones en determinadas ocasiones.
¿Qué hay detrás de la procrastinación?
Miedo al fracaso
Es una posibilidad que lo que haya detrás de la procrastinación sea un gran miedo a fracasar en cualquiera que sea la tarea o proyecto que se quiere realizar. Ya sea porque se tiene que atrever o enfrentar a aprender cosas nuevas, o porque son capacidades o habilidades que se piensa que no se tienen. Una creencia que puede estar relacionada con este miedo al fracaso es la idea de que está mal equivocarse o tener un fracaso, por lo que la persona se puede llegar a sentir paralizada y no tomar acción para evitar cometer ciertos errores. Una alternativa para poder accionar, sería tener conciente este miedo y entender que el fracaso no es lo contrario al éxito, si no que es parte del mismo. Además, algo importante a tomar en cuenta, sería usar estos errores como guías de lo que funciona y de lo que no. Esto para tener más claridad sobre qué camino tomar, siempre teniendo compasión por estas expectativas que no se cumplieron por un cierto proyecto que se quería llevar a cabo, pero entendiendo que lo que lo hace un fracaso, es que yo lo etiquete como tal. Si cambio la perspectiva de que un error es malo, y lo tomo como una guía, entonces se reducirá la ansiedad y el rechazo que genera el fracaso.
Miedo al éxito
Aunque suene poco probable, existe este miedo sobre todo para las personas que sí creen en su capacidad para llevar a cabo el proyecto, pero que no les gusta ser vistas. Al tener éxito en la tarea a realizar, es una posibilidad que sea reconocida, pero también criticada y juzgada. Ya que entre más tenga éxito, los demás pueden prestar más atención a lo que hago, y esto puede parecer abrumador si no se sabe gestionar. Una alternativa para este miedo, sería redirigirlo hacia entender que es seguro tener éxito, y que cualquier retroalimentación u opinión sobre mi creación, no se trata de mi, si no de la persona que opina. Este enfrentamiento a la crítica puede ser complicado, y exponerse a la misma es un trabajo que puede tomar un tiempo de aprender a manejar, por lo que el compartir las creaciones tiene que ser sobre cuál es el servicio que quiero dar con esto, o qué es lo que quiero lograr para las personas que lo van a ver o a experimentar, no sobre qué piensan los demás de mi.
Procrastinación intuitiva
A veces, el cuerpo o la mente inconscientemente tienen mucho más sabiduría de lo que necesitamos en ciertas circunstancias, por eso es importante cubrir las necesidades básicas y emocionales antes de intentar realizar una tarea. Esto porque puede que no sea el mejor momento para, por ejemplo, ir a hacer un entrenamiento fuerte aunque me lo haya propuesto, si no he comido ya que puede que no tenga la energía. Es importante cubrir las bases primero, entender a nuestro cuerpo y a nuestra mente, y estar conectados con lo que se necesita en cada momento, hacer pausas a lo largo del día para entender qué es lo que está haciendo que no tengamos cierta motivación o si es algo que no quiero hacer por mi, si no por alguien más.
Cosas que tenemos que hacer y no queremos
Además de todo lo antes mencionado, existen ciertas tareas que tenemos que hacer aunque no queramos, como por ejemplo, trámites legales o entregar tareas que son necesarias para un fin más grande que si nos motiva. Estas tareas son aquellas que se quedan en nuestra mente por largo tiempo y seguimos alargando, de lo que no nos damos cuenta es que en realidad ese pensamiento de “lo tengo que hacer”, está ocupando energía y generando estrés innecesario. Lo mejor con ese tipo de temas, es elegir un día exacto en el que lo voy a llevar a cabo, y enfocarse principalmente en el sentimiento de después de que se haya terminado y la paz que se va a sentir.
Como se puede notar, existen razones mucho más profundas de porque tendemos a procrastinar, y probablemente haya más de las aquí mencionadas. Simplemente te
invito a cuestionar ese piloto automático que está haciéndote sentir paralizado, y que te preguntes de dónde viene, para de esta manera tener una guía para tomar acción.
コメント