¿Por qué mi hijo con altas capacidades intelectuales tiene dificultades para regular su comportamiento?

Cuando una familia recibe el diagnóstico de altas capacidades intelectuales (ACI), muchas veces se espera que todo sea sencillo: que el niño o niña destaque, que aprenda con rapidez y que tenga un comportamiento ejemplar. Sin embargo, una realidad que a menudo se omite es que estos niños también pueden presentar retos importantes en la regulación emocional y del comportamiento.

Altas capacidades: "más que solo inteligencia"

Las altas capacidades intelectuales no se reducen a tener un coeficiente intelectual elevado. También implican una forma distinta de percibir, procesar y sentir el mundo. Muchos niños con ACI tienen un pensamiento complejo, creatividad sobresaliente, gran sensibilidad y una fuerte necesidad de justicia y coherencia.

Este perfil puede hacerlos más susceptibles a sentirse frustrados, incomprendidos o incluso aburridos en ambientes que no responden a sus necesidades cognitivas y emocionales.

¿Por qué se presentan dificultades en la autorregulación?

1. Desfase entre capacidades cognitivas y emocionales: Aunque pueden tener un pensamiento muy avanzado para su edad, su desarrollo emocional sigue un ritmo distinto. Es decir, pueden resolver problemas matemáticos complejos, pero no saber cómo manejar una discusión con un compañero.

2. Sobreexcitabilidades (overexcitabilities): Muchos niños con ACI presentan intensidades en áreas como la emocional, la sensorial o la imaginativa. Estas intensidades pueden traducirse en reacciones emocionales muy fuertes ante situaciones que otros niños podrían manejar con mayor calma.

3. Alta sensibilidad: Pueden percibir y procesar estímulos con mucha más intensidad, lo que los vuelve más reactivos al entorno. Una crítica, un cambio inesperado o un conflicto puede generar una respuesta emocional desproporcionada.

4. Frustración académica o social: La falta de reto cognitivo en el aula, la incomprensión por parte de adultos o la dificultad para conectar con pares puede generar ansiedad, baja autoestima y conductas disruptivas.

Recomendaciones para acompañar desde casa

1. Valida sus emociones: Frases como "entiendo que esto te frustra" o "veo que eso te enojó mucho" ayudan a que el niño sienta que su mundo emocional es legítimo.

2. Evita etiquetas: En lugar de llamarlo “exagerado” o “dramático”, ayúdalo a poner nombre a lo que siente: “parece que te sientes abrumado”.

3. Establece rutinas y límites claros pero flexibles: La estructura da seguridad emocional, pero también es importante tener apertura al diálogo y al razonamiento que suelen necesitar.

4. Favorece espacios de expresión creativa o física: Muchos niños con ACI descargan tensiones a través del arte, la música, el deporte o la naturaleza.

5. Busca apoyo profesional si hay signos de ansiedad, tristeza o aislamiento persistente.

No todo es "brillar”

Es clave comprender que los niños con ACI no siempre encajan con la imagen de “niño genio modelo”. Pueden ser intensos, inquietos, argumentativos o sensibles. El apoyo emocional es tan importante como el educativo, y es ahí donde las familias, docentes y profesionales tenemos un rol esencial.

En Diversia acompañamos a infancias con altas capacidades desde un enfoque empático y respetuoso, ayudándoles a comprender, expresar y regular sus emociones sin juicios ni etiquetas. Nuestro objetivo es que cada niño se sienta seguro, validado y acompañado en su proceso de desarrollo.