Por: Psicóloga Mónica Morales
La ira es una emoción básica según (Ekman, 1975). La cuál, suele presentarse en momentos donde una persona se siente frustrada, atacada o con algún sentimiento de injusticia. Donde, la principal forma de contrataque es hacer comentarios dolorosos contra otra persona, así como es muy frecuente elevar el tono de voz (hasta llegar a los gritos con la intención de lastimar).
Además, se ha observado que la ira suele manifestarse con las personas que más tiempo se comparte como lo son; la pareja, con quien se suele tener un lazo afectivo significativo, así como de mucha confianza. Es por ello, que se suele agredir (de alguna manera) e incluso en algunas ocasiones explotar con la misma.
Pues, “en cuanto mayor es el nivel afectivo y de intimidad, mayor es el sentimiento de enfado, frustración o decepción que la situación provoca en la persona que está con ira”. De manera que, es muy común (pero no lo más sano) que estas molestias, discusiones e incluso agresiones (del tipo que sean) desgasten la relación y con ello la pareja se va incomunicando más, se aleje y por ende los momentos de complicidad e intimidad se vean afectados.
Cosas que se pueden realizar para gestionar la ira ante una situación que incomoda y de esa manera evitar una posible discusión:
Mantener la calma, es importante que la persona evite utilizar un tono de voz inadecuado, así como justificarse o en su efecto dañar verbalmente a la pareja.
Realizar ejercicio y herramientas de respiración, es importante considerar que caminar treinta minutos diarios tiene múltiples beneficios, entre ellos; la liberación de endorfinas (que generan una sensación de bienestar general). Así como, hacer ejercicios de respiración ayudan a que la persona evite explotar de manera repentina, pues es favorable que antes de decir algo, la persona se retire (si lo considera necesario) quedándose unos minutos o el tiempo que considere necesario en otro espacio. Como puede ser otra habitación, y para tener mayor claridad de lo que siente y piensa puede inhalar y exhalar las veces que requiera.
Reconocer el origen de su ira, es importante que la persona que se enoja constantemente se cuestione “¿Por qué me enojo tanto con mi pareja?”, pues ya que al realizarse esta interrogante puede descubrir que la emoción de origen no es ira, así como puede ser una carencia personal, donde la ira proporcione control sobre la relación o pareja por miedo o una posible fractura en la autoestima y con ello de autoconfianza. Es por ello, que al elegir estar en pareja se debe tener un autoconocimiento previo saludable.
Comunicación asertiva y empáticamente, es fundamental que se exprese la inconformidad en la relación y para ello, la escucha activa tiene un papel indispensable. Pues, se recomienda dejar pasar unos minutos u horas para dialogar, dándose tiempos para expresar cada uno. Evitando interrumpirse entre sí. Con la intención de escuchar detenidamente lo que la persona está diciendo y sintiendo (validarla) para buscar soluciones.