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¿Por qué sentimos lo que sentimos? La importancia de comprender y regular nuestras emociones

Nuestras emociones forman parte de nuestra vida cotidiana. Estas constituyen respuestas de tipo automático y fisiológico que surgen ante diversos estímulos de nuestro entorno.


 Aunque a veces pueden parecer confusas o inclusive incómodas, las emociones son fundamentales para nuestra supervivencia, adaptación e inclusive nuestro bienestar.

¿Qué son las emociones?

Las emociones son respuestas naturales del cuerpo que se manifiestan a través de cambios cognitivos, físicos y conductuales. Por ejemplo, cuando sentimos tristeza, podemos experimentar un nudo en la garganta (respuesta física), pensamientos relacionados a la pérdida (respuesta cognitiva) y llanto (respuesta conductual). Estos cambios no ocurren de forma azarosa: están diseñados para que podamos responder de manera eficaz a nuestras vivencias.

¿Para qué sirven las emociones?

Aunque algunas emociones pudieran parecer negativas e inclusive molestas, todas tienen una función y por lo tanto, una razón de ser. Aquí te explicamos algunas de sus funciones más relevantes:


1. Nos ayudan a sobrevivir

Emociones como el miedo nos alertan de peligros y preparan a nuestro sistema para reaccionar con una respuesta de lucha o huida, la cual es clave para proteger nuestra integridad física.

2. Facilitan la adaptación

Las emociones permiten que podamos tomar decisiones, aprender de nuestras experiencias y adaptarnos mejor a nuestro entorno. Por ejemplo, la tristeza nos permite procesar las pérdidas y buscar apoyo, por su parte, el enojo puede ayudarnos a establecer límites cuando nos enfrentamos a una situación injusta.

3. Coadyuvan a la comunicación

Las emociones también son una forma de comunicación no verbal. A través de las expresiones faciales, gestos o tono de voz los demás pueden saber cómo nos sentimos, lo cual les permite que conecten con nosotros a través de la empatía.

4. Motivan nuestras acciones

Muchas veces, una emoción nos impulsa a actuar. Por ejemplo, la culpa nos puede motivar a corregir un error y la alegría a compartir con otras personas.


¿Por qué es importante aprender a regular nuestras emociones?

Regular nuestras emociones no significa ignorarlas o suprimirlas. Se trata de comprenderlas, experimentarlas conscientemente y expresarlas saludablemente. La regulación emocional nos permite actuar de forma congruente con nuestros valores y objetivos, en lugar de reaccionar de forma impulsiva o quedarnos atrapados en emociones intensas.

Reflexión final

Las emociones no son buenas o malas, son señales internas naturales que nos indican sobre nuestras necesidades y vivencias. Aprender a convivir con ellas nos abre la puerta a una vida más consciente, auténtica y de conexión con los demás.

 

Si te interesa explorar más sobre tus emociones o te gustaría trabajar en su regulación, buscar apoyo psicológico puede ser de mucha ayuda. Recuerda: sentir es humano y la regulación emocional también es algo que puede ser aprendido.

 
 
 

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