Por: Psic. Estefani Mejía
A diario nos enfrentamos a situaciones que como las interpretemos, nos generaran cierto tipo de emociones; mucho ya se ha hablado sobre los beneficios que tiene la expresividad emocional, sin embargo, se han estigmatizado algunas emociones como “negativas” ante una visión social y cultural, tales como el enojo, rabia, tristeza o miedo (y otras derivadas), dado esta etiqueta negativa de dichas emociones, existe la tendencia a negarlas o evadirlas.
El no prestar atención a estas emociones llega a resultar más fácil que enfrentarlas, pero ¿realmente se han ido?
¿CÓMO SE QUE TENGO EMOCIONES REPRIMIDAS?
¿Alguna vez has escuchado la frase: El cuerpo dice lo que la mente calla?
Si bien es cierto que a lo largo de la historia se ha relacionado a los órganos con los sentimientos, es importante saber que esto es en parte algo simbólico, pero, realmente nuestra condición de salud, puede verse relacionado con nuestro estado emocional, por ejemplo: en la energía que necesitamos para realizar dichas actividades.
Puede existir malestar físico e incluso incomodidad al realizar algunas actividades y/o agotamiento mental, pesadez, etc.
¿POR QUÉ REPRIMO EMOCIONES?
Mucho de esto tiene que ver con nuestra historia de aprendizaje. El ambiente familiar, social y cultural también influyen en nuestra manera de expresar emociones, sobretodo en como etiquetemos a dichas emociones (como “negativas”). También considerar que puede ser por ciertas ideas o creencias que tenemos respecto al expresar.
Como mencionaba antes, es importante tomar en cuenta nuestra historia de aprendizaje, considerando que éramos niños… Sin embargo, siendo adultos nos corresponde y es nuestra responsabilidad hacernos cargo de nuestra expresividad y manejo emocional
Nadie ha dicho que sea fácil, pero este proceso recuerda que lo puedes hacer acompañado de un(a) especialista.
¿CÓMO LAS LIBERO?
Considerando la expresividad emocional como un aprendizaje/habilidad requiere un proceso y como todo proceso, requiere tiempo y constancia, siendo consciente de subidas y bajadas (y eso está bien), pudiendo equivocarse y haciéndonos responsables
En primer lugar, es importante tener en cuenta que las emociones son parte de nosotros, todas tienen su función y nos enseñan parte de nosotros mismos. La aceptación de las emociones, es lo más importante, aceptarlas y asimilarlas, sin juzgar.
Otro paso importante es identificar nuestras propias emociones. Conocerlas, saber que son parte fundamental de nosotros. El cómo se interprete alguna situación puede ser causa de alguna emoción.
La expresividad emocional puede resultar ser difícil, pero también puede dar cabida a formar relaciones más sanas en el trabajo, vida social, escolar, familiar, etc. Es importante que para la expresividad emocional se adquieran otro tipo de habilidades, como la comunicación, asertividad y la escucha activa.
Como se mencionó antes, todo es un proceso, no te culpes si dentro del proceso hay bajadas o equivocaciones, toma en cuenta que estás aprendiendo (siendo siempre responsable de este proceso).
Recuerda acercarte a un terapéuta psicológico, ya que, puede acompañarte en el proceso de adquisición de estas herramientas. Pedir ayuda puede resultar beneficioso para ti y ampliar tu perspectiva al cambio sano.