El elfo travieso nos trae alegría y no preocupación.

Santa le da permiso a uno de sus elfos para acompañar a un niño los días previos a la llegada de la navidad, solo con el objetivo de ver la alegría y el amor  en ellos y en sus familias. 

Es un juego familiar en el que un elfo que trabaja con Santa viaja hasta la casa de un niño y su familia  lo adopta incluso  le ponen nombre. El elfo los acompaña durante todo el día y por la noche regresa al polo norte y sigue haciendo juguetes. Cada mañana los niños de esa familia deben buscar al Elfo por toda la casa así descubrirán  qué travesura hizo esta vez. Se convierte en un  juego familiar donde todos se deben involucrar para hacer más divertida la espera a Santa,  “ojo…. nadie lo debe tocar, si lo tocan la magia termina”…. 

Si lo vemos desde esta perspectiva podría volverse en una hermosa tradición familiar, esto que pareciera un ritual puede ayudar a unir a los miembros de esa casa, fortaleciendo valores como la esperanza, alegría, fe, amor,  ilusión, humildad, etc.;  así como la  creatividad e imaginación. 

Sin embargo todo puede cambiar; es decir como ya sabemos la tradición de los juguetes que trae Santa son premios a los buenos niños…… Es aquí donde los adultos pueden  “ser los niños buenos o los niños malos”….

 ¿Qué es ser niño bueno o niño malo,  dime Santa por favor.

• ¡Hice berrinche!.... ¿eso es malo? 

• ¡Lloré porque se me acabaron mis dulces! dime Santa… ¿eso es malo?

• Por la mañana lloré porque no quería despertar e ir a la escuela… ¿eso es malo?

• Hoy no quería hacer la tarea.. Dime Santa ¿me quitarás de la lista de los niños buenos?

• Mamá me amenaza todo el tiempo con que mi elfo me está vigilando... “Santa…. así ya ni quiero nada”…

Santa no educa a los niños, ni los amenaza.

El elfo no vigila ni lleva chisme.

Un error puede acabar con la magia, la ilusión, la fe, incluso con el amor, bajar la autoestima, hasta creer que son niños malos.

Recordemos que los niños están en desarrollo y aprendizaje  constante, lo que los adultos les digan le muestren con el ejemplo y sean coherentes, serán las conductas que ellos repiten. 

No, no es malo hacer berrinches, el niño está aprendiendo a gestionar su frustración, él depende de las emociones del adulto que lo acompaña, el niño necesita sentirse seguro y saber que estará bien aun sin lo que quiere. 

No, no es malo si hoy no quieres hacer la tarea, él  debe saber que si no cumple con sus deberes escolares tendrá una consecuencia en el desempeño y será reflejada en su calificación, él está aprendiendo a que los deberes se deben hacer aunque no queramos o no nos gusten.

“ Los deberes que se cumplen no se premian con juguetes o dinero,  SI con el  reconocimiento y felicitación”.  

Si llego uno a tu casa es porque vio en ti amor y mucha diversión.