El poder terapéutico de las mascotas: cómo influyen positivamente en nuestras emociones y conductas.
- Psic. Rodrigo Molina

- 13 ago
- 2 Min. de lectura
¿Alguna vez has sentido que solo con mirar a tu mascota, tu día mejora? No es casualidad. Desde la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) entendemos que nuestras emociones están profundamente influenciadas por nuestros pensamientos y conductas. Y ahí, nuestros amigos peludos tienen un papel increíble.

¿Cómo impactan las mascotas desde la TCC?
Rompen ciclos de pensamiento negativo: Cuando nos sentimos tristes, ansiosos o con baja autoestima, solemos aislarnos o enredarnos en pensamientos rumiativos. Una mascota nos saca de ese bucle al necesitar atención, afecto y rutinas claras.
Refuerzan conductas saludables: Pasear al perro, alimentar al gato o simplemente jugar estimula hábitos positivos como la responsabilidad, la organización y el autocuidado.
Actúan como reforzadores positivos: Su mirada, su compañía y su cariño funcionan como “premios” inmediatos que refuerzan nuestras acciones y emociones positivas.
Fomentan la regulación emocional: Estudios demuestran que acariciar a una mascota puede reducir los niveles de cortisol (hormona del estrés) y aumentar la oxitocina (hormona de apego y bienestar).

🌟 Beneficios emocionales comprobados
✅ Reducción de la ansiedad.
✅ Mejora del estado de ánimo en personas con depresión.
✅ Aumento de la autoestima y la sensación de propósito.
✅ Menor percepción de soledad en adultos mayores o personas que viven solas.

Tips para aprovechar este vínculo terapéutico
Rutinas conscientes con tu mascota: Intenta que al menos una vez al día, el paseo o el juego sea sin celular, para practicar atención plena (mindfulness).
Integra a tu mascota en tus momentos de autocuidado: Ejemplo: leer con tu gato, hacer estiramientos con tu perro al lado o simplemente hablarles sobre tu día.
Pon atención a cómo te cambia el humor al interactuar con ella: Identificar esos microcambios te ayuda a ser más consciente del impacto positivo y fortalecer esa conexión.
Hazlos parte de tu red de apoyo emocional: Aunque no hablen, las mascotas escuchan y acompañan. Permítete descargar tus emociones cerca de ellas.
Recomendaciones finales desde la TCC
No sustituyen la terapia, pero sí la complementan. Si estás en un proceso terapéutico, incluir a tu mascota puede potenciar tu proceso de autovalía, hábitos saludables y manejo del estrés.
Observa cómo cambia tu conducta cuando estás con tu mascota. ¿Te muestras más alegre? ¿Hablas más? ¿Sientes más energía? Eso es un indicio claro del poder de este vínculo.
Ancla momentos positivos. Usa tu tiempo con tu mascota como "anclajes" de bienestar: guarda mentalmente esa sensación de paz para cuando lleguen los momentos difíciles.

En resumen...
Nuestras mascotas no solo son compañía: son aliadas emocionales, reguladoras del estrés y maestras del amor incondicional. Si tienes la fortuna de compartir tu vida con una, agradece su presencia... y disfrútala con consciencia.

Recuerda: tu salud mental también se fortalece con cariño peludo.




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