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MINDFULNESS: MITOS Y REALIDADES

Por: Psicóloga Michelle Sesin



Mucho se ha escuchado sobre esta maravillosa técnica tanto en el mundo de la psicología como en el mundo holístico, así como en todo tipo de público en general. La palabra “Mindfulness” significa “atención plena” y su importancia viene desde la vida de Buda y su filosofía “Vipassana”, que se refiere a la “visión profunda de la realidad”. El propósito de atención plena es la curación del sufrimiento humano a través de poner consciencia en el momento presente. Se ha desarrollado la teoría de que el hecho de ser “conscientes” de nosotros mismos, nos enseña a no aferrarnos a las sensaciones, sentimientos y emociones y a no juzgarlos para poder mejorar la calidad de la vida.

Según Kabat Zinn, este concepto se define como la “conciencia que surge de prestar atención intencionalmente a la experiencia del momento presente sin juzgarla y sin reaccionar a ella”.

Aunado a esto, la práctica debe de ser llevada de una manera amorosa, y regresar la atención al objeto o al momento tantas veces como sea necesario. Conforme se va practicando más seguido, existen más beneficios y cambios en la persona dependiendo de sus necesidades. La apertura a la experiencia es sumamente importante, ya que para hacer esta práctica lo único que se necesita es ser observador de nosotros mismos, sin ningún tipo de presión o juicio, simplemente hacernos conscientes de lo que se encuentra a nuestro alrededor (o en el interior), y analizarlo con curiosidad.

A pesar de que la práctica de Mindfulness es sumamente beneficiosa en muchos aspectos de la vida, alrededor de ella se han evidenciado muchos mitos, los cuales van a ser presentados en este artículo, además de las realidades que este conlleva.


Realidades de Mindfulness


  • El mindfulness es una herramienta sumamente beneficiosa para diferentes trastornos mentales y para la vida cotidiana en general. Sin embargo, hablando en términos evidenciados científicamente, se ha comprobado que sirve en especial como co-ayudante de la depresión, para el trastorno límite de la personalidad y para alguna sintomatología relacionada con la ansiedad.

  • Debido a la práctica de Mindfulness, se ha comprobado que las personas que lo practican constantemente, tienen una mayor neuroplasticidad. Yi Yuan Tang (2009), demuestra el aumento en zonas como la corteza cingulada anterior, un cambio en la actividad neuronal, sinaptogénesis y mielogénesis. Esto quiere decir que se generan más conexiones cerebrales entre las neuronas y se liberan neurotransmisores que proporcionan un beneficio a nuestro cerebro.

  • Se ha comprobado el gran beneficio del Mindfulness relacionado al estrés. El paciente o la persona se deja de identificar con su dolor, emoción y ansiedad y esto ocasiona que se perciba un cierto grado de control sobre la misma, que a su vez, la reduce de una manera excelente. “Una sensación de control y una mayor consciencia del momento presente, proporciona una percepción más verídica” (González, 2021) y mucho menos estresante para el individuo.

  • Es un tratamiento efectivo que ayuda a los pacientes con dolores crónicos para reducir el estrés sobre su enfermedad y de esta manera también, reducir su sintomatología y ayudarles a encontrar un bienestar integral, y un mejor entendimiento de su mentalidad.

  • El hecho de tener una atención sostenida permite recuperar las asociaciones que se hacen en el inconsciente a través de poner distancia a lo que pensamos y sentimos y simplemente observar (Errasti-Pérez, 2022).

 

Mitos del Mindfulness


Ahora, es importante mencionar que aunque el mindfulness tiene muchos beneficios comprobados, también se le ha mitificado en numerosos aspectos.


  • Purser (2019) llamó McMindfulness al mito de que el Mindfulness te trae completa felicidad y que solo tienes que tener optimismo todo el tiempo para ser feliz. El hecho de que exista una técnica que ayuda al bienestar como co ayudante en algunos conflictos de la vida, aunque tiene muchos beneficios como los antes mencionados, no quiere decir que arregle todos los aspectos de la misma y que no haya espacio para la negatividad o cualquier otro asunto que no sea positivo.

  • El Mindfulness no es magia, no está científicamente comprobado que haga milagros y tampoco se debe de tomar como la única vía o herramienta para mejorar algunos temas de salud mental.

  • Para hacer Mindfulness, tienes que tener la mente completamente en blanco. Este es un mito ya que muchas veces se confunde la meditación con la atención plena, sin embargo ninguna de las dos se refiere a dejar la mente en blanco. Como se mencionó antes, esta herramienta es un constante intento por poner atención al momento presente, pero no quiere decir que no haya espacio para los pensamientos. Los pensamientos son parte del ser humano, intentar deshacernos de ellos es una tarea prácticamente imposible. Es por esto, que en el Mindfulness, se habla de percibir tus pensamientos sin juzgarlos, no de eliminarlos.

  • El Mindfulness no es algo holístico o religioso. Muchas personas se abstienen de practicar o se cierran al escucharlo, ya que se piensa que es algo muy “espiritual” o muy loco, pero en realidad, es simplemente poner atención a tu alrededor, a tu presente, a tu aquí y ahora. No es nada del otro mundo ni algo muy difícil de lograr.

  • No se busca la iluminación. Aunque es verdad que hay monjes en el Tibet o todo tipo de personas buscando la iluminación espiritual con esta técnica, para una persona común, esto puede ser intimidante. La realidad es que cualquier individuo puede realizar esta técnica, simplemente para encontrarse más tranquilo y consciente de sus emociones, de sus sensaciones y sentimientos. Es una excelente manera de estar más en contacto con tu cuerpo y de tener más entendido lo que dice la mente de la misma manera.

 

 

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