Nutrición Consciente: Cómo el Amor Propio y tus Emociones Transforman tu Salud
- Nutrióloga Leslie E.

- 24 sept
- 3 Min. de lectura
La nutrición consciente es mucho más que una tendencia: es un estilo de vida que une la alimentación, las emociones y el amor propio. Comer con conciencia significa poner atención plena en lo que comemos, cómo lo hacemos y desde qué emoción elegimos nuestros alimentos.
Cada comida puede ser un acto de autocuidado y sanación. Cuando comes desde el amor propio, tu cuerpo recibe nutrientes de calidad; cuando comes desde la ansiedad o el miedo, tu elección suele inclinarse hacia alimentos ultra procesados que drenan tu energía y genera culpa al comer, lo que aumenta la hormona del cortisol (hormona del estrés), que al tenerla elevada de forma constante puede crear una inflamación crónica de bajo grado, provocando muerte celular y múltiples enfermedades como diabetes, obesidad, hipertensión, enfermedades autoinmunes, problemas intestinales, entre otros.

El Dr. David Hawkins demostró que cada emoción vibra en una frecuencia energética (emitidas en Hertz), que impacta en nuestra salud física y mental:
• Emociones de baja frecuencia (miedo, culpa, vergüenza, enojo): elevan el cortisol, alteran el microbiota intestinal, bloquean la absorción de nutrientes y generan antojos de azúcares y grasas.
• Emociones de alta frecuencia (amor, gratitud, aceptación, alegría): favorecen la producción de serotonina y dopamina, mejoran la digestión, fortalecen la inmunidad y nos ayudan a elegir alimentos más saludables.

Por lo tanto, la emoción con la que comes es tan importante como el alimento que eliges, sin embargo, no hay mucha información sobre esta alimentación plena y consciente, la mayoría de los nutricionistas se basan en contar calorías y gramajes. Por esta razón es importante cambiar el enfoque de la salud, porque entre más integrales nos percibamos, más sanos (as) estaremos.
El amor propio no es solo un concepto emocional, también se traduce en nutrición consciente:
• Proteínas de calidad: estabilizan el ánimo y la saciedad (principalmente las que provienen de origen vegetal pueden evitar el daño y muerte celular, como frijol, haba, lenteja, edamames, garbanzos, entre otros).
• Grasas saludables: reducen la inflamación, cuidan el cerebro y el corazón (como el aguacate, aceitunas, nueces y semillas).
• Carbohidratos complejos: aportan energía estable y mejoran el estado de ánimo (avena, camote, arroz integral, maíz, papa, quinoa).
• Micronutrientes clave: o Magnesio: calma la ansiedad (cacao, almendras, espinaca). o Vitaminas B6 y B12: esenciales para neurotransmisores del bienestar. o Vitamina D: regula el ánimo e inmunidad. o Polifenoles: antioxidantes que elevan energía (frutos rojos, té verde, cacao).

Comer con amor propio es reconocer que tu cuerpo merece nutrientes de calidad y energía que lo haga vibrar más alto.
Cómo diferenciar hambre física vs. hambre emocional
Uno de los pilares de la nutrición consciente es aprender a distinguir estas dos formas de hambre:
Hambre física
• Aparece de forma gradual.
• Se siente en el estómago (vacío, ruidos, baja de energía).
• Puede saciarse con cualquier comida nutritiva.
• Te deja satisfecho y en paz.

Hambre emocional
• Aparece de repente, como un impulso urgente.
• Está ligada a emociones como ansiedad, tristeza o aburrimiento.
• Busca alimentos específicos (azúcares, frituras, comida rápida).
• Después de comer, aparece culpa o insatisfacción. La clave: haz una pausa y pregúntate ¿es mi cuerpo el que necesita energía o mi corazón el que busca consuelo?

Tips prácticos de nutrición consciente
1. Respira antes de comer: activa tu digestión y reduce el comer automático.
2. Regla del plato consciente: 1 palma de verduras, 1 puño de proteína animal o vegetal (lentejas, frijoles, edamames, garbanzos), 1 puño de cereales y tubérculos (avena, arroz integral, pasta integral, quinoa, granos de elote, papa, camote, etc.) 3. Nutrición según emociones: o Ansiedad → magnesio (espinaca, semillas, cacao).
o Tristeza → omega-3 (pescado, espinaca, nueces, chía). o Estrés → infusiones calmantes (manzanilla, té verde, lavanda).
4. Mindful eating: mastica lento, sin pantallas, disfrutando colores y texturas.
5. Afirmaciones de amor propio: repite “Yo merezco nutrirme con amor” antes de comer.

La nutrición consciente es el puente entre lo que comes, lo que sientes y cómo actúas en el mundo. No se trata de contar calorías, sino de escuchar tu cuerpo, honrar tus emociones y elegir desde el amor propio. Cuando comes desde la gratitud y el amor, transformas tu energía y tu salud: dejas de usar la comida para llenar vacíos y comienzas a usarla como medicina para tu cuerpo y tu alma.




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